jueves, 12 de abril de 2012

TEMA N° 26 EL ROMANTICISMO MOVIMIENTO DE EXALTACIÓN LIBERTARIA


TEMA N° 26
EL ROMANTICISMO MOVIMIENTO DE EXALTACIÓN LIBERTARIA

INDICADOR DE LOGRO: Presenta el aporte de los autores panameños en el fortalecimiento de nuestra nacionalidad.

Características
Panamá no se mantuvo aislada del creciente movimiento independentista que cobraba cada vez más efervescencia en las colonias españolas del continente americano. Todo lo contrario, también comenzó a conformarse en su territorio un movimiento que apoyó la causa emancipadora, y que, finalmente, cumplió sus aspiraciones al alcanzarse la independencia el 28 de noviembre de 1821. En Panamá, al igual que en el resto de Hispanoamérica, el Romanticismo estuvo muy ligado a los ideales liberales y nacionalistas, por lo cual, las producciones literarias giran (en este período) en torno a estos tópicos.
Aunque es en este momento donde se inicia una mayor participación de autores, estos se caracterizan por ser en su mayoría aficionados a las letras y no personas consagradas enteramente a la creación literaria.
Entre los primeros poetas románticos panameños podemos mencionar a Manuel María Ayala (1785-1824) y Tomás Miró Rubini(1800-1881). Posteriormente, aparecen José María Alemán (1830-1887), Gil Colunje (1831-1899), Tomás Martín Feuillet (1832-1899), José Dolores Urriola (1834-1883), Amelia Denis de Icaza (1836-1911), Manuel José Pérez (1837-1895), Jerónimo Ossa (1847-1907), Federico Escobar (1861-1912) y Rodolfo Caicedo (1868-1905).
En definitiva, es con las generaciones románticas que el cultivo de la poesía se estableció formalmente en Panamá, y adquirió, desde ese entonces, un carácter marcadamente nacionalista que será el tema de predomino en las composiciones poéticas hasta mediados del Siglo XX con la llegada de la poesía vanguardista a Panamá.[1]
- Novelistas y poetas románticos  panameños

Manuel María Ayala Oramas  
 
(Ciudad de Panamá, 11 de julio de 1785 - Guatemala, 1824) fue un escritor y patriota panameño. Fue uno de los firmantes del Acta de Independencia de 1821; participó en el periódico La Miscelánea. Murió en Guatemala durante una misión diplomática.[2]

Tomás Miró Rubini 
 
(Penonomé, en la actual Panamá, 21 de diciembre de 1800 - Lima, Perú, 14 de abril de 1881) fue un poeta panameño, autor de la Oda al 18 de noviembre de 1840.
Se lo considera dentro de la primera generación de románticos hispanoamericanos. Estuvo vinculado a los círculos y medios de prensa que propugnaban la independencia de Panamá de Colombia. Su Oda al 18 de noviembre de 1840 es una afirmación de la nacionalidad panameña.
En 1846 se radicó con su familia en Lima, donde falleció en 1881.[3]

José María Alemán, 

 
 nació en la ciudad de Panamá el 17 de marzo de 1830. Estudió en Panamá y en Colombia. Consagrando preferente atención á la política. Fue Diputado y Secretario de Gobierno del Estado Federal del Istmo, Magistrado de la Corte Superior de Justicia, Senador de la República de Colombia y Representante del Estado de Panamá. Fallece en la ciudad de Panamá el 4 de agosto de 1887.
Los versos iniciales de Alemán datan de 1851. Desde entonces colabora en los periódicos. Amigo y compañero de Feuillet, a quien, según propia confesión, ayudo a publicar sus primeras producciones, aguardará, sin embargo, hasta el año 1866 para imponer su nombre. En efecto, en abril de ese año Manuel Gamboa edita "El Céfiro", nuestro primer periódico literario, del que Alemán será fiel colaborador. Alemán se contagia del espíritu crítico de Gamboa y, extinguido "El Céfiro", editará en 1870 "El Crepúsculo", clara prolongación del anterior. Alemán prosigue aquí su labor personal, que rebasa lo puramente poético para penetrar otras zonas. Escribe prosas didácticas y hace crítica literaria. Sus estudios sobre José Eusebio Caro, Abigail Lozano, Tomás Martín Feuillet, etc. Revelan curiosidad intelectual y buena información general. Casi toda la labor de esos años le servirá luego para integrar su libro primero, Recuerdos de Juventud, editado en Bogotá en 1872, donde reúne trabajos en prosa y veinte de sus primeros poemas.
En el año de 1876 Alemán publica, esta vez en su ciudad natal, Amor y Suicidio, ensayo dramático, en cuatro cuadros y en verso, que estreno la Sociedad Dramática Panameña la noche del 18 de julio de 1876. Esta obra es considerada la segunda obra de teatro panameña.
Según Rodrigo Miró, los mejores frutos de Alemán nos los brinda en su última obra Crepúsculos de la tarde, publicada en Bogotá en 1882, obra de una modalidad culta, donde leemos, entre otros sonetos, uno de clara estirpe quevediana.
Alemán pertenece a la llamada generación de los románticos, la primera generación poética del Istmo. Y en conjunto con Gamboa es considerado uno de los primeros críticos literarios de nuestro país. [4]

Gil Colunje

(Escritor y político). Nacido en Panamá el 1 de septiembre de 1831. Falleció el 6 de enero de 1899. Realizó sus estudios primarios en una escuela privada del barrio de San Felipe y los estudios secundarios en el Colegio Provincial, donde hizo estudios preparatorios de literatura, filosofía y ciencias políticas. Cursó estudios superiores en Bogotá, Colombia. A los 19 años formó parte de un grupo de jóvenes amantes de las letras que dieron gran impulso a la literatura, fundaron un periódico de corta duración en cual Colunje publicó su primera obra de literatura, la novela "La Virtud Triunfante". Fue colaborador de varios periódicos de la época tanto en Panamá como en Bogotá. Fue fundador asociado de ³El Centinela´ (1856). Se dedicó a la política desde muy joven y fue militar y revolucionario activo. Ocupó diversos cargos públicos: Representante de Panamá ante el Senado colombiano en diversos periodos; Secretario de Estado y Presidente Interino del Departamento Soberano de Panamá; Magistrado de la Corte Suprema de Justicia y Secretario de lo Interior y Relaciones Exteriores. En el campo de la Educación tuvo igualmente una destacada actuación como Director General de Instrucción Pública y Rector del Colegio de Rosario. Notable por su talento y por su erudición, Gil Colunje se distinguió siempre por su hombría de bien y firmeza de carácter. Obras: Plenipotenciario del Estado de Panamá cerca del Gobierno de los Estados Unidos de Colombia (1963); La Tribuna Federal (1879); La Defensa (1880). (Tomado de: Susto Lara, Juan Antonio. La vida y la obra del Doctor Gil Colunje / por Juan Antonio Susto Lara, Simón Eliet. -- Panamá: Imprenta Nacional, 1931).

Manuel José Pérez (Ciudad de Panamá, 13 de diciembre de 1837 - 28 de septiembre de 1895 fue un jurista y poeta romántico panameño.
Pertenece a la primera promoción poética de escritores del istmo panameño, que surge tras la independencia de España y unión a Colombia, ésta se inscribe en el período del romanticismo que acaece en la segunda mitad del siglo XIX.
La aparición en 1888 de la obra, en prosa y verso, Ensayos morales, políticos y literarios constituye el libro literario más antiguo editado en Panamá.

Federico Escobar (Panamá, 16 de julio de 1861 - 2 de agosto de 1912) fue un escritor panameño.
A pesar de su origen humilde, fue desde 1890 una de las figuras más populares e importantes de las letras panameñas, tanto por sus obras como por su colaboración en muchos periódicos y revistas de inicios de la era republicana. La estrechez económica en que se desarrollaron sus primeros años le impidió que lograra una educación académica superior. Trabajó por varios años como carpintero en el Canal Francés y desempeñó ocasionalmente algunos puestos públicos, pero ello no fue obstáculo para que, por su cuenta propia, se hiciera de una buena cultura.
Publica obras en las que se destaca el orgullo por su profesión y raza, ideas políticas propias y su admiración a la típica mujer panameña, temas que se ponen de manifiesto en poemas como Niebla, Rato de ocio y la Criolla panameña.
Escobar es uno de los autores nacionales que mejor refleja las circunstancias sociales y políticas de principios de siglo, y supo presentar con singular sencillez y espontaneidad el optimismo progresista de sus días y la dignidad de su raza. Esa misma capacidad y admiración por lo nacional, lo llevó a cantar las glorias locales y a practicar una poesía pintoresca y popular, basada en las costumbres autóctonas.
Obras
  • La ley marcial (teatro), 1885.
  • La hija natural (teatro), 1886.
  • Hojas secas, 1890.
  • El renacimiento de un pueblo, Oda a Cuba, 1902.
  • Instantáneas, 1907.
  • Patrióticas: a Don José D. de Obaldía, protector de las letras panameñas, 1909.
  • La cucarachita mandinga, 1911.[5] 
- Amelia Denis de Icaza y su obra.
Poetisa Panameña (1836-1911)
Nació en la ciudad de Panamá el 1 de Mayo de 1836, en una casa que se conoció hasta los años cuarenta como Panazone. Fue bautizada en la iglesia de Santa Ana, sus padres fueron Saturnino Denis, panameño de origen francés y su madre la panameña Señora Carmen Durán de Denis. Ambos padres se dedicaron a educar a la niña por la senda de la virtuosidad.
El año en que nace la futura poeta, abren en el Istmo la primera escuela elemental de niñas en el Barrio de Santa Ana y allí recibe sus primeras letras. Se afirma que cuando tenía 12 años le escribe unos versos al poeta Thomás Martín Feuillet en una visita que éste hizo al padre de Amelia; a su padre no le agradan estas travesuras de su hija y por ello la internó en un colegio de monjas.
Eran inquietudes de un alma sensible, virtuosa, elegante. Se dedica a cultivar su formación de manera autodidacta, ya que en dicho colegio se le enseñaba muy poco. Se afirma que se deleitaba paseando a caballo y por ello se le llamaba amazona.
El español Gervasio Ortega, recoge uno de los primeros versos escritos por Amelia Denis, cuando ella se casó con el panameño Antonio Ramírez, con quien tuvo tres hijos: Ernesto, Julia y Florencio.
“Quiero morir y descansar del mundo
Y allá en la tumba, lo que fue olvidar;
Quiero salvarme de este fango inmundo;
Quiero conmigo mi pasión ahogar
Quiero que se ignore al que causó mis penas
Y me pagó con negra ingratitud
Que son indestructibles sus cadenas
E irán conmigo al fúnebre ataúd.
Su padre edita un periódico y Amelia colabora en él con sus poesías que reflejan su noble moral y su delicada inteligencia, pero cuando ella tenía 16 años muere su padre.
Amelia Denis afirmó: “Mi padre era un cumplido caballero, un hombre honrado y digno, un amigo modelo, un ciudadano leal y desinteresado". Bajó a la tumba con un nombre ileso. Yo era su primera hija, hija de su amor; vivía a su lado; me identifiqué con sus ideas; amé lo bello porque él me enseñó a amarlo; sentí profunda compasión por el desgraciado, por el huérfano, por el oprimido, porque él me enseñó a sentir; y apagaba mi sed de niña impresionable en la fuente de su amor por la humanidad.
Su muerte casi instantánea me dejó en una oscuridad completa; "mi destino futuro se encerró en el misterioso silencio de una tumba”
Ese dolor lo expresó en versos, como cuando murió su hijo Florencio a los 22 años y al cual le hizo un verso “Florencio hijo de mi alma: Adiós. Que fue compendiado en Hojas Secas".
Viaja por Centroamérica, principalmente a Guatemala y Nicaragua; admiraba a los poetas Gustavo Adolfo Bécquer, Espronceda, Zorrilla y se suma a la corriente de los románticos.
Su poesía está dentro de esa corriente literaria y se expresa en una profunda maternidad y hondo contenido social, de amplitud de criterios y fuerte energía social.
Al morir su primer esposo y pasado algunos años se vuelve a casar con otro panameño, de nombre José María Icaza con quien tuvo una hija Mercedes. Por asuntos de negocios se trasladan a vivir a la República de Guatemala. Allí colabora con varios periódicos como: “El Bien Público”, “El Trabajo”, siempre con el seudónimo de Elena.
Sus poesías eran muy celebradas como por ejemplo: “El Ramo de Ciprés" en 1877, A mi hija Julia en 1878, “Al inteligente Ingeniero Ferdinánd de Lesseps”, en 1879, “A la Señora” (Explicación de un Brind) en 1880, Al distinguido colombiano “Don José María Torres Caicedo” en 1881, “Mi Corazón y el Suyo” en 1884.
Con la separación de Panamá y Colombia, el 3 de Noviembre de 1903, nuestra poetiza romántica y patriótica se encuentra viuda y se establece en casa de su hija Mercedes en la ciudad de León, Nicaragua. Allí conoció al poeta nicaragüense Rubén Darío con el cual sostenía fuertes tertulias.
En 1906 llega a Panamá, esperanzada en vivir en otro ambiente que la apartara de los recuerdos de aquellos familiares que la habían antecedido. Junto a su hija Mercedes, recorre el camino que los llevaba al Cerro Ancón, inesperadamente un soldado gringo los detiene y les prohíbe el paso. Al retornar a su casa, Gervasio García le explica el por qué de ese incidente: “Ahora eso es parte de la Zona del Canal, Doña Amelia. Panamá ha cambiado mucho en estos últimos años, si mal no recuerdo, usted tiene más de 20 años de vivir lejos del país. Ahora hay policías gringos por toda la zona, cuidando los trabajos del Canal”. En ese momento Amelia, entre la nostalgia y la cólera que le corroía el corazón, rememora sus años mozos, toma la pluma y escribe:
“Ya no guardas las huellas de mis pasos,
Ya no eres mío, idolatrado Ancón
Que el destino desató los lazos
Que en tus faldas formó mi corazón”

Y entre sollozos y lágrimas que corren por sus mejillas continúa escribiendo:

“Cual centinela solitario y triste
Un árbol en tu cima conocí:
Allí grabe mi nombre, ¿Qué lo hiciste?
¿Por qué no eres el mismo para mí?
Amelia Denis, la poetiza de la patria, la mujer insignia que cantó nuestras glorias y desventuras faleció cinco años después de escribir este poema, el 16 de junio de 1911 en Nicaragua.[6]

Julio Ardila (1865--1918).
La novela panameña es de aparición tardía. Nuestra novelística, si bien ha producido una significativa cantidad de títulos, tiene aún mucho que proyectarse: necesita diversificar más su valoración temática y estar al día con las nuevas corrientes de la novelística estar al día con las nuevas corrientes de la novelística universal. Hasta el momento, dentro del recuento general en la novela panameña prevalece el tema del ruralismo sobre los otros.[7]

Ya consolidado el período republicano de nuestro Istmo, surge una nueva voluntad de crear la literatura novelesca: el cultivo de la novela criolla es creciente, de calidad superada y de cifras muy apreciables.
Con el advenimiento de la República, en ese mismo año, se publica Josefina, novela de Julio
Ardila que había sido dada a conocer antes en el diario “El Cronista”, por entregas. Ambientada en localidades como Taboga, Panamá y París, otra vez recrea los amores imposibles, accidentados y de final trágico, a la manera de María.
Esta obra marca el inicio de la novela panameña propiamente dicha y se clasifica dentro del género del realismo.[8]

Actividades sugeridas: Valora y opina sobre el aporte de los autores de cada periodo literario del acontecer nacional.


[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_de_Panam%C3%A1
[2] es.wikipedia.org/wiki/Manuel_María_Ayala
[3] es.wikipedia.org/wiki/Tomás_Miró_Rubini
[4] http://panamapoesia.com/pt42.htm
[5] es.wikipedia.org/wiki/Federico_Escobar
[6] http://www.educapanama.edu.pa/aritculos/biograf%C3%AD-de-amelia-denis-de-icaza
[7] es.scribd.com/doc/51950450/el-romanticismo
[8] http://www.usma.ac.pa/web/DI/Profesores/ArielBarria/Art%C3%ADculos/Novela%20paname%C3%B1a-1849-2003.pdf

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